Virginia Maestro: anécdotas e historia musical en el Playa Club
El pasado jueves, 27 de julio, nos acercamos hasta el Playa Club a disfrutar de nuestro segundo Atardecer Playa Club, en esta ocasión con la cantautora Virginia Maestro.
Virginia Maestro: un concierto repleto de anécdotas
Virginia comenzó presentándose y contándonos los numerosos imprevistos que tuvo que sortear durante todo el día para llegar a tocar en A Coruña. Su viaje, desde Madrid, se convirtió en una pequeña odisea… perdió el tren, tampoco consiguió venir en Blablacar y finalmente se vio obligada a viajar en avión. Pero eso solo fue lo más gordo, ya que hubo otros imprevistos… aunque los vamos a obviar para centrarnos en lo importante: su concierto 🙂
Hay que decir también que este concierto se debería haber celebrado en el exterior, como todos los del ciclo Atardeceres Playa Club. Pero se celebró dentro del Playa por la ingobernable meteorología.
Recorrimos su historia musical a través de sus canciones
Su actuación fue transcurriendo canción a canción, explicándonos el significado de cada tema. Desde sus inicios juveniles, pasando por la universidad, Operación Triunfo y ahora su relativamente consolidada carrera musical. Cabe decir que, aún siendo ganadora de OT, podemos considerarla una cantautora indie. Se aleja de toda esa parafernalia, de la fama por encima de la música, de las letras vacías y es compositora. Por ende, la respetamos.
Lo cierto es que nos moló mucho la evolución in crescendo del concierto y todas las historias con las que nos fue acercando a su esencia.
Blue Bird, primer disco sin Sony gracias al crowdfunding
Como era lógico, una parte importante de las canciones fueron de su último trabajo Blue Bird. Álbum financiado gracias al crowdfunding tras la ruptura con Sony (su discográfica durante 6 años).
Pop con tintes de folk en inglés. Lo vamos a definir así.
El público y la distancia
Si bien, en general, al concierto le ponemos buena nota. La conexión con el público costó lo suyo que se fraguase. En el vídeo pensaréis que la gente o estaba hipnotizada o presentaba una actitud muy apática. Y os diremos que ambas cosas. Pero, sin faltar a la verdad, todos acabaron siguiendo el ritmo de los últimos temas a golpe de palmas.