Nathan Fake: sonidos que crujen
Evasión. Esa es la sensación que siente todo aquel que aprecia la música electrónica. Generalmente, se añaden a ella momentos de euforia y, en otras ocasiones, nuestra masa cae a 0, transformándonos en pesos muertos que flotan. De repente, esa ingravidez desaparece de un golpe cortante y turbulento y caes con los pies en la tierra.
La sesión de Nathan Fake del pasado sábado en el Garufa Club de A Coruña unió cada una de estas características. El DJ británico presentó, dentro del ciclo Son Estrella Galicia y encuadrado en la II Semana da Música, su último trabajo, Providence, editado bajo el sello Ninja Tune.
Desde el minuto uno, el artista se entregó a la mesa y a los asistentes en un clímax continuo, generando sonidos envolventes y acuosos que invadieron de texturas irreales una de las salas con mejor acústica de la ciudad.
Durante la hora y media de concierto, los audiovisuales se mantuvieron en un segundo plano, lo que permitió centrar la atención en las viscerales mezclas que el DJ hacía en el escenario. Sonaron temas espaciales como ‘HoursDaysMonthsSeasons’ o ‘feelings 2’ y otros más naturales, como ‘unen’, que recorrieron lenta y profundamente los cuerpos de los asistentes: el ambient de Nathan Fake se contagia a músculos y articulaciones sin remedio, desde las puntas de los pies hasta el cuero cabelludo, en un acompañamiento robótico, pero fluido; enérgico, pero pausado.
El Garufa era, pues, un imaginario bosque húmedo y gris en donde el público bailaba hipnotizado, vistiendo chubasqueros y cascos en los oídos. Y es que, a veces, las metáforas que surgen en las películas son tan reales como la vida misma.
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Crónica escrita por nuestra colaboradora Andreia Agra (frufrüOrigami).